miércoles, 25 de marzo de 2009

CALCULO RENAL


Los cálculos renales se puede formar cuando la orina contiene una gran cantidad de ciertas sustancias, las cuales pueden crear pequeños cristales que se convierten en cálculos. Los cálculos renales pueden no manifestar síntomas hasta que comienzan a bajar por el uréter, produciendo dolor. Dicho dolor es fuerte, con frecuencia comienza en el costado y luego baja hasta la ingle.
Los cálculos renales son comunes. Una persona que haya padecido de cálculos, con frecuencia, los vuelve a presentar nuevamente en el futuro. Los cálculos a menudo ocurren en bebés prematuros.
Entre otros factores de riesgo se encuentran la
acidosis tubular renal y la nefrocalcinosis resultante.
Algunos tipos de cálculos tienden a darse en familias y algunos tipos pueden ocurrir con enfermedad intestinal, una derivación ileal para
obesidad o defectos en los túbulos renales.

Los tipos de cálculos abarcan:

Los cálculos de calcio son los más comunes. Ocurren con mayor frecuencia en los hombres y aparecen generalmente entre los 20 y 30 años de edad. Es probable su reaparición. El calcio puede combinarse con otras sustancias como el oxalato (la sustancia más común presente en ciertos alimentos), fosfato o carbonato para formar el cálculo. Las enfermedades del intestino delgado aumentan la tendencia a formar cálculos de oxalato de calcio.
Los cálculos de cistina pueden formarse en personas con cistinuria. Este es un trastorno que se da en familias y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Los cálculos de estruvita se encuentran principalmente en mujeres que tengan una
infección urinaria. Estos cálculos pueden crecer mucho y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
Los cálculos de
ácido úrico también son más comunes en los hombres que en las mujeres y pueden ocurrir con gota y quimioterapia.
Otras sustancias también pueden formar cálculos.

Síntomas
Dolor abdominal
Color anormal en la orina
Sangre en la orina
Escalofríos
Micción excesiva durante la noche
Fiebre
Dolor de costado o dolor de espalda
con cólicos o espasmos
puede irradiarse más abajo en el costado, la pelvis, la ingle o los genitales
en uno o ambos lados progresivo fuerte
Dolor inguinal
Náuseas, vómitos
Micción dolorosa
Dolor en el testículo
Urgencia o frecuencia urinaria
Dificultad para orinar
Signos y exámenes
El dolor puede tan fuerte que sea necesario el uso de analgésicos narcóticos. La espalda o el abdomen podrían sentirse sensibles al tacto. Si los cálculos son severos, persistentes o reaparecen una y otra vez puede haber señales de
insuficiencia renal.
Los exámenes para cálculos renales abarcan:

Análisis del cálculo para mostrar de qué tipo es
Colar o tamizar la orina para capturar cálculos en las vías urinarias
Nivel de
ácido úrico
Análisis de orina para ver cristales y glóbulos rojos en la orina
Los cálculos o una obstrucción del uréter pueden observarse en:
TC abdominal
IRM abdominal/renal
Radiografía del abdomen
PIV (pielografía intravenosa)
Ecografía del riñón
Pielografía retrógrada
Los exámenes pueden revelar niveles altos de calcio, oxalato y ácido úrico en la sangre o en la orina.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas y prevenir síntomas posteriores (los cálculos renales usualmente desaparecen por sí solos). El tratamiento varía según el tipo de cálculo y la gravedad de los síntomas. Las personas con síntomas severos podrían requerir hospitalización.
Cuando el cálculo sale, se debe colar la orina y conservarlo y analizarlo para determinar su tipo.
Se recomienda tomar de 6 a 8 vasos de agua por día para producir una gran cantidad de orina. En algunas personas, podría ser necesaria la administración de líquidos a través de una vena (
intravenosos).
Los analgésicos pueden ayudar a controlar el dolor asociado con la eliminación de los cálculos (cólico
renal). Si el dolor es muy severo, se pueden necesitar analgésicos narcóticos.
Dependiendo del tipo de cálculo, el médico puede recetar medicamentos para disminuir su formación y/o ayudar en la desintegración y excreción del material que lo está causando. Estos medicamentos pueden ser:
Alopurinol (para los cálculos de
ácido úrico)
Antibióticos (para los cálculos de estruvita)
Diuréticos
Soluciones de fosfato
Bicarbonato de sodio y citrato de sodio (los cuales hacen la orina más alcalina)
Los cálculos que no salen por sí solos podrían necesitar su extirpación con cirugía. La
litotricia, que utiliza ondas ultrasónicas u ondas de choque para romper los cálculos, puede ser una alternativa a la cirugía. Luego, los cálculos pueden ser expulsados del cuerpo en la orina (litotricia extracorpórea por onda de choque) o ser extraídos con un endoscopio que se inserta en el riñón a través de una pequeña abertura (nefrolitotomía percutánea).
Es posible que sea necesario hacer cambios en la dieta con el fin de prevenir la reaparición de algunos tipos de cálculos.

Expectativas (pronóstico) Los cálculos renales son dolorosos, pero por lo general son eliminados del cuerpo sin causar daño permanente. Los cálculos tienden a reaparecer, especialmente si no se encuentra y se trata su causa.
Complicaciones
Disminución o pérdida de función en el riñón afectado
Daño renal, cicatrización
Obstrucción del uréter,
uropatía obstructiva unilateral aguda
Reaparición de los cálculos
Infección de las vías urinarias
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe consultar con el médico si existen síntomas de un cálculo renal.
También se debe consultar si los síntomas reaparecen, la micción se torna dolorosa, disminuye el gasto urinario o aparecen otros síntomas nuevos.

Prevención
Si la persona tiene antecedentes de cálculos renales, debe tomar abundante líquido (entre 6 y 8 vasos de agua al día) para producir suficiente orina. Dependiendo del tipo de cálculo, es posible que sea necesario tomar medicamentos u otras medidas para evitar que los cálculos se vuelvan a presentar.

No hay comentarios: